Los alumnos de 1º y 2º de ESO, aprovechando el buen tiempo y los jardines de Torrealba, tuvieron ayer una hora de lectura de los libros que están leyendo en la asignatura de Lengua.
Se trata de una iniciativa que persigue estimular en los alumnos el interés y el gusto por la lectura.
Los alumnos de 1ºESO están leyendo el libro «Mosquetero del Rey» del escritor Juan Pedro Delgado Espada, una novela de aventuras en la que se recrea el ambiente de la corte de Luis XIV en Versalles.
En Mosquetero del Rey su propio protagonista nos narra, en los últimos momentos de su vida, su apasionante historia como mosquetero del rey francés Luis XIV. La suya será una historia repleta de aventuras, amor, traiciones, dolor, victorias, fracasos y, también la de una gran amistad. A través de las palabras del Conde de Dubois, conoceremos de igual modo la historia del joven Joseph Mince deseoso de convertirse en mosquetero y que junto al conde vivirá muchas aventuras y desventuras.
Los alumnos de 2º de ESO están leyendo la novela «Nocturno«, del escritor Santiago Herraiz.
En la novela, un violinista callejero enseñará a Renzo a usar el don especial que posee; pero también le mostrará el peligro de la vanidosa complacencia en algo tan inmerecido.
Fue una tarde de diciembre cuando Renzo descubrió al viejo. Dejó atrás la estación de Metro de Ópera y cruzó la calle ante las majestuosas puertas del Teatro Real. Desde el callejón llegaban las notas de un Nocturno de Chopin, entre el barullo de cláxones y voces de ciudad. Nadie parecía advertirlo, pero había algo extraño en aquella interpretación.
Renzo posee algo misterioso, un don al alcance de unos pocos, que le va transformando poco a poco
en alguien importante. Las lecciones de un desconocido violinista callejero le inician en el uso del don, pero también en el peligro que encierra la vanidosa complacencia en algo tan inmerecido. El viejo violinista tendrá mucho que enseñarle, sobre todo con su oscura historia y su repentina desaparición.
Pincha aquí para leer una reseña de la novela Nocturno, de Santiago Herraiz.
